La des-humanización del corazón de la mujer

Cada día es más evidente que la manipulación del lenguaje y las  mentiras del feminismo, han hecho mella en el corazón de las mujeres que en los últimos 50 años nos hemos ido creyendo, consignas, slogan etc, en pro de derechos que realmente no tenemos.

Las mujeres nos creemos liberadas, modernas realizadas, por mantener relaciones con quien nos de la gana y cuando nos de la gana, por salir al mercado laboral, por luchar para no depender del hombre, ni siquiera para tener hijos si nos apetece. Lo cierto es que hemos perdido nuestra propia dignidad sin darnos cuenta, la igualdad con el hombre mal enfocada nos ha separado de la complementariedad que debe existir entre hombres y mujeres, para el equilibrio social en el que vivimos, salir al mercado laboral si ó si como premisa primordial para realizarnos como mujeres nos llevado a renunciar a nuestra propia esencia de mujer, y al final a trabajar más, fuera y dentro de casa para subsistir, perdiendo nuestra capacidad de decidir si realmente salir al mercado laboral o no merece la pena o es lo que realmente queremos.

La lucha feminista que se radicalizo y que equivocadamente se centro desde los años 60 en que la forma de liberarse la mujer pasaba por renunciar a su feminidad y sobretodo a su maternidad, lo que ha conseguido hacernos es mucho daño.

No piensen que me he vuelto loca y quiero que las mujeres volvamos a tiempos pasados de: la mujer en casa con la pata quebrada, No para nada, Lo que me asombra es precisamente la situación real en la que vive la mujer hoy en día, no es más libre por acostarse cuando y con quien le de la gana, al contrario, el vació , la decepción y el sufrimiento que conlleva  una vida afectiva-mente desordenada, la hace más vulnerable,ya que al feminismo se le ha olvidado que la naturaleza humana prevalece por encima de la sin razón, de hago lo que quiero y no tiene consecuencias, somos mucho mas que un cuerpo andante que pululamos por el mundo, separar la sexualidad de la biología y la afectividad es el mayor error consentido y aceptado por la sociedad.

Al final nos ha llevado, a que sin ser realmente conscientes de lo que nuestra naturaleza necesita, acabamos sufriendo física y psicológica-mente, pero sobre todo afectiva-mente, sin comprender porque nos pasan las cosas.

La mujeres que veo y con las hablo día a día, están tan heridas que en muchos casos no se fían de que pueden vivir otra realidad más plena y feliz. Ante un embarazo inesperado, por ejemplo tan asumido está que tiene derecho a participar en la muerte de un hijo (aborto), por que es "muy horroroso" un embarazo cuando la mujer no había planeado quedarse embarazada, que en muchos casos, más cada día, aún incluso habiendo recibido información, acaba abortando en contra de lo que siente el corazón.

Es increíble que por la búsqueda inmediata de satisfacción o un supuesto bien estar, el miedo a la incapacidad de poder salir adelante con un hijo es tan agrandado, que la angustia es tan extrema que se ve abocada al aborto en contra de su corazón.

Si el corazón de la mujer pierde su humanidad para amar lo que precisamente Dios y la naturaleza la ha dotado, que es la maternidad, precisamente lo que nos llena de plenitud para vivir; entonces, está  condenada a sufrir fracaso, a perder libertad, y especialmente a cambiar en negativo su esencia de mujer.

que las mujeres podemos conseguir lo que nos propongamos, por supuesto, pero nunca en contra del hombre y mucho menos renunciando a nosotras mismas para satisfacer a otros.